Aunque son más comunes de lo que normalmente pensaríamos, los problemas que afectan a la función sexual siguen rodeados de tabús. Por ello, a veces pueden ser causa de más preocupación de la necesaria y de cierta vergüenza.
Un ejemplo prototípico es la disfunción eréctil en los hombres, que pese a estar muy estigmatizada socialmente es un problema habitual, que la mayoría de los hombres experimentan alguna vez en su vida y que puede deberse a infinidad de causas.
Disfunción eréctil de origen psicológico
Cuando la disfunción eréctil se produce con demasiada frecuencia, puede ser necesario acudir al médico. Sin embargo, el momento de ir a la consulta puede suponer todo un reto psicológicamente para el hombre y causar un gran nerviosismo.
Si el afectado es nuestra pareja, podríamos preguntarnos si es conveniente acudir con él a la consulta, incluso aunque puede haber muchos hombres que se muestren reacios a ello. Y, efectivamente, son muchos los expertos que lo recomiendan.
Por ejemplo, un estudio de la Universidad de Málaga de 2015 que describe el tratamiento de un caso de disfunción eréctil de origen psicológico y en problemas de la pareja (aquellos casos en los que la causa es fisiológica son muy diferentes en este sentido) subrayó la importancia de hacer partícipe del problema a la pareja del paciente,