MERCEDES BORJA

Un corredor atándose los cordones.

Se calcula que unos 2,5 millones de personas en España practican running todas las semanas, un tercio de ellos al menos tres veces a la semana, y recorren más de 50 kilómetros al mes, una cifra nada desdeñable. El deporte es en la inmensa mayoría de las ocasiones sinónimo de salud, pero al tratarse de un deporte tan masivo, de poca complicidad y que ha crecido tan rápidamente también, su práctica conlleva algunos inconvenientes, y es que muchos de esos runners aficionados se lanzan a la piscina sin mucha información y se lesionan con facilidad. Cada año, en España, 1 de cada 4 corredores sufre algún percance, ya sea muscular u óseo. Y aunque una lesión no siempre es fácil de prevenir -hasta los deportistas de élite se lesionan-, muchas de ellas sí se evitarían con una buena práctica deportiva y con información.

¿Cuáles son las lesiones más frecuentes?

El running es un deporte de impacto, lo que hace que provoque más lesiones que otros deportes, sobre todo en el tren inferior. Estas son algunas de las más comunes son:

Fascitis plantar

Se produce cuando se inflama la fascia del pie, el tendón que conecta el hueso del talón con la parte anterior del pie. Cuando se irrita debido a los impactos repetidos, produce dolor sobre todo al pisar. Se suele producir por no llevar el calzado adecuado a nuestra forma de pisar, por apoyar mucho el talón o por correr siempre por superficies muy duras. Las personas con sobrepeso o con los pies planos son más propensas. En cuanto se note dolor, hay que hacer reposo para que no derive en lesiones más graves.

Cómo prevenirla: Usar las zapatillas adecuadas a nuestra pisada y talla, evitar correr con sobrepeso, estirar a diario pies y gemelos y fortalecer los músculos de los pies.

Tendinitis rotuliana

También se conoce como la rodilla de saltador, y se produce cuando se inflama el tendón rotuliano, que une la rótula con la tibia. Esta lesión produce dolor al doblar la rodilla o correr y dificulta la movilidad. Lo ocasiona la sobrecarga y los movimientos repetitivos y es más común si no se llevan las zapatillas adecuadas o si corre muy a menudo por zonas irregulares y duras.

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