Farmacias desabastecidas, personas diabéticas sin su medicación semanal y mercado negro en internet. Esta ha sido la revolución que ha traído consigo que principios activos prescritos para la diabetes tipo 2 se recetasen también para la pérdida de peso. En España se corrió la voz no solo de que era efectivo sino de que el efecto era rápido, sin tener en cuenta los riesgos que entraña tomar un fármaco sin haber pasado por la consulta médica.
En las personas no diabéticas la liraglutida, principio activo de Saxenda, activa uno de sus principales efectos secundarios: la pérdida de peso. El fármaco opera en dos procesos neuronales que actúan a su vez en la regulación de la saciedad, detectando señales gastrointestinales, hormonales y también de nutrientes.
Tras el asalto a las farmacias en España, las autoridades sanitarias se afanaron en alertar de sus efectos secundarios, sin demasiado éxito. Saxenda se convirtió en un fármaco que podría adquirirse fácilmente de forma ilegal en diversos portales de internet. Según comprobó LaSexta, en el mercado negro su precio original (283,05 euros) es hasta cien euros más caro.
No es el único medicamento de estas características: otros dos principios activos, la semaglutida (con las marcas Ozempic y Wegovy) y la tirzepatida (marca Mounjaro) también destinados para la diabetes tipo 2,