El uso de pipas de agua o ‘cachimbas’, una práctica que tiene antiguos orígenes en África y Asia, se ha popularizado en el resto del mundo en las últimas décadas, especialmente entre adolescentes. A menudo, se presenta como una alternativa ‘más sana’ a los cigarrillos tradicionales.
Sin embargo, esto no es exactamente así. La OMS advierte, por ejemplo, de que «en contra de la creencia popular, el humo que emerge de una pipa de agua contiene numerosos tóxicos capaces de provocar cáncer de pulmón, enfermedades del corazón y otras enfermedades».
Tantos efectos negativos como un cigarrillo normal cada 30 minutos
Un estudio llevado a cabo por investigadores de la Universidad de California Los Ángeles (UCLA) y publicado en el medio especializado American Journal of Cardiology apoya la conclusión de la OMS y muestra, específicamente, los efectos de una única sesión de pipa de agua en la frecuencia cardíaca, la tensión sanguínea y la rigidez arterial.
Para ello, los autores tomaron a 48 personas jóvenes y sanas sin tabaquismo previo y monitorizaron estos parámetros, así como otros como los niveles de nicotina en la sangre y los niveles de monóxido de carbono exhalado.
Lo que encontraron es que, tras sólo 30 minutos de fumar cachimba, la frecuencia cardíaca de los participantes se había incrementado (en 16 pulsos por minutos),