El tiempo sedentario, que no es otra cosa que las horas que pasamos cada día sentados, es ubicuo en los países desarrollados y se asocia a efectos negativos para la salud humana. Por ello, son muchos los organismos sanitarios que han venido advirtiendo sobre la necesidad de reducir este parámetro, si bien pocas veces se han emitido instrucciones cuantitativas sobre cuán a menudo y por cuánto tiempo debe interrumpirse el tiempo sedentario para disminuir su impacto negativo en nuestro bienestar.

Cinco minutos cada media hora

Con el objetivo de proveer precisamente de este tipo de indicaciones, un grupo de investigadores neoyorquinos ha llevado a cabo un estudio en el que comparan los efectos de diferentes patrones de interrupción del tiempo sedentario en adultos mayores y de mediana edad. Concretamente, estas interrupciones consistían en paseos de baja intensidad, y los efectos de cada patrón en el organismo se evaluaron en base a dos parámetros fundamentales en el riesgo cardiovascular: el nivel de glucosa en sangre y la presión sanguínea.

Así, reclutaron a un total de 11 voluntarios a los que se les propusieron cinco planes diferentes de ocho horas en días separados: uno de ocho horas ininterrumpidas sentados (para que sirviese como control), otro en el que se daban paseos de un minuto cada media hora, otro en el que se daban paseos de cinco minutos cada media hora,

 » Leer más