Las tecnologías 3D cada vez tienen más aplicaciones en la medicina, desde el desarrollo de implantes o prótesis individualizados, hasta la impresión en 3D de medicamentos cada vez más personalizados y adaptados a los distintos pacientes. Y es que, aunque suena menos espectacular que poder imprimir un trozo de piel para realizar un trasplante, la impresión de medicamentos en 3D puede facilitar mucho el día a día de las personas polimedicadas o con pocas posibilidades terapéuticas.
Para hablarnos de estas ventajas y de cómo se fabrican estos medicamentos, charlamos con la Dra. Dolores Serrano, del Dpto. Farmacia Galénica y Tecnología Alimentaria Facultad de Farmacia Universidad Complutense de Madrid. La doctora Serrano acaba de ser galardonada con el premio de investigación sobre la Salud Digital en el ámbito de la Medicina Personalizada de Precisión que otorga la Fundación Instituto Roche.
La impresión de medicamentos en 3D es un sistema que, dependiendo de las técnicas que se utilicen, consiste básicamente en crear un solo medicamento con varios principios activos distintos, “combinar distintos fármacos dentro de una forma farmacéutica, como si dividiéramos un solo comprimido en distintos compartimentos, de manera que en cada compartimento se imprime uno de los fármacos que el paciente necesita, y combinarlos en lo que se conoce como una polipíldora”, cuenta la Dra.