La terapia de protones es un tratamiento avanzado contra los tumores que destruye las células cancerosas sin afectar al tejido sano y con menos efectos secundarios que la radioterapia. Este fórmula 1 de la tecnología médica llegará a España de la mano de los dos grupos privados Quirónsalud y la Clínica Universidad de Navarra. Es un pequeño ejemplo de lo que ha avanzado el sector en el país, con un negocio que se disparó con la crisis y que sigue creciendo gracias a que ha encontrado una nueva veta en la roca: el seguro sanitario.

El gasto sumó en 2016 (últimos datos oficiales disponibles) más de 100.000 millones: un 71% lo ponen las Administraciones a través de los presupuestos de las comunidades autónomas. El otro 29%, 29.300 millones, es desembolso privado, el llamado dinero de bolsillo para pagar, fundamentalmente, medicamentos, pero también servicios médicos extrahospitalarios, desde una rehabilitación hasta un empaste o una operación estética. Hace 10 años la proporción era sensiblemente distinta: el 76% procedía de los presupuestos y un 24% de los hogares. Una década que parece un siglo para la sanidad. Los recortes mermaron los presupuestos en 9.000 millones de euros entre 2009 y 2013; el deterioro afloró en las encuestas de satisfacción ciudadana tras el aumento de las listas de espera, el copago y la externalización de servicios. Las batas blancas, armadas de argumentos para defender el servicio público, tomaron la calle. Y ahora que el presupuesto de las Administraciones para la salud crece un 2,6% (entre 2013 y 2017), el gasto privado también lo hace, demostrando que es un negocio capaz de salir ganador sea cual sea el momento.

Escuchada a través del fonendoscopio, la estadística descubre nuevos latidos. En 2014 había poco más de nueve millones de personas con cobertura de seguros médicos, de las cuales casi dos millones correspondían a las mutualidades de funcionarios (Muface, Mugeju, Isfas). Ahora los asegurados ya llegan a los 10,3 millones, con un número de personas cubiertas por mutuas un poco menor. “Son productos a precios competitivos y accesibles.

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