España comenzó hoy sin incidentes la imposición de una cuarentena de 14 días a todas las personas procedentes del extranjero que entren ea país. Según los primeros cálculos, fueron solo unos millares de viajeros los que inauguraron esta nueva norma y que, en su inmensa mayoría, sabían que su entrada a territorio nacional iba a comportar, además de una burocracia extraordinaria, su reclusión obligatoria y la obligación de estar siempre localizables.
Todos los viajeros, a los que les fue medida la temperatura al llegar, tuvieron que rellenar hoy un documento de Sanidad en el que debieron especificar el lugar exacto en el que van a cumplir la cuarentena y en el que se comprometieron a limitar sus desplazamientos a la adquisición de alimentos, productos farmacéuticos y de primera necesidad; asistir a establecimientos sanitarios; o por causas de fuerza mayor o situación de necesidad. Estos desplazamientos se realizarán obligatoriamente con mascarilla.
En principio, el Gobierno tiene la intención de que esta medida se aplique durante todo el periodo de prórroga del estado de alarma, por lo que la cuarentena podría estar en vigor hasta bien entrado junio. Esta medida ha sido muy contestada por el sector de la hostelería e, incluso, ha provocado que Francia imponga también el confinamiento a los pasajeros que llegan desde España.
Estas medidas no se aplicarán a los trabajadores transfronterizos, los transportistas y las tripulaciones, así como los profesionales sanitarios que se dirijan a ejercer su actividad laboral.
La entrada en vigor hoy de la cuarentena coincidió con la publicación de otras medidas para restringir y aumentar los controles sobre la movilidad internacional siempre con el fin de frenar la importación de casos.
Transporte emitió una orden para limitar la entrada en España a cinco aeropuertos (Madrid, Barcelona, Gran Canaria, Málaga y Palma) y ocho puertos (Barcelona, Bilbao,