Una limpieza diaria con un cepillo de silicona y, tras ella, un poco de crema hidratante. Esta es la rutina básica de belleza que hemos conseguido asimilar y realizar a diario, porque hemos aprendido que nuestra piel necesita de una serie de cuidados si queremos lucirla perfecta y sin signos de la edad durante el mayor tiempo posible. Sin embargo, somos conscientes de que, para conseguir un efecto total, necesitamos llevar a cabo algún otro tratamiento. Una mascarilla semanal precedida de un peeling para ayudar a eliminar todas las impurezas es una de las primeras acciones a tener en cuenta cuando queremos darnos unas dosis extras de mimos.
Claro que, para eliminar toda la suciedad y contaminación del rostro es necesaria una limpieza en mayor profundidad. Aunque esta tarea la realizan en centros especializados, también podemos llevar a cabo una limpieza semi profesional en casa si contamos con las herramientas adecuadas. Los vaporizadores faciales son uno de esos dispositivos que se convierten en todo un aliado, pero los limpiaporos son los gadgets favoritos de los beauty addicts. Son económicos, ocupan poco espacio y nos permiten deshacernos de toda la suciedad de los poros para que los cosméticos penetren en profundidad en la piel y ofrezcan un efecto mayor.