España lleva ya varias décadas experimentando una reducción muy importante en el número de fumadores habituales. Este hito sólo ha sido posible gracias a la puesta en marcha de regulaciones cada vez más estrictas sobre el uso y la venta de tabaco; al mismo tiempo, han ido apareciendo productos que se ofrecen a los consumidores como alternativas con menos riesgo. Este es el caso del snus: tabaco o nicotina en unas bolsitas que se colocan en las encías.
Sin embargo, cabe preguntarse: ¿Hasta que punto estas alternativas son de verdad menos arriesgadas? ¿Cómo se comparan sus potenciales peligros para la salud con formas más tradicionales de consumir tabaco como los cigarrillos?
Por qué el snus puede ser atractivo para los usuarios
La Administración de Medicamentos y Alimentos (FDA) norteamericana dio hace un año el visto bueno a la venta de un producto de snus en Estados Unidos bajo la afirmación de que «si eres fumador, cambiarte a este producto desde el cigarrillo reduce el riesgo de cáncer de pulmón».
Aún así, la Universidad de Harvard advierte de que esta decisión puede dar una falsa sensación de seguridad sobre este producto.
Por una parte, se debe tener en cuenta que el snus ofrece algunas ventajas para los fumadores.