El rey Juan Carlos, de 81 años, será sometido a una intervención quirúrgica cardiaca el próximo sábado, 24 de agosto, una operación que fue programada tras su última revisión médica periódica anual, que fue realizada los pasados 11 y 12 de junio. Fuentes de la Casa del Rey han afirmado a EL PAÍS desconocer la causa que motiva esta intervención, aunque añaden que por el hecho de que fuera programada en junio y no se lleve a cabo hasta este sábado elimina consideraciones de gravedad. Estas mismas fuentes recuerdan que el Rey emérito ha seguido haciendo vida normal desde que le fue efectuada la revisión, incluso participando en competiciones de vela en el extranjero, descartando cualquier situación de riesgo.
Juan Carlos I permanece alejado de la esfera pública oficial desde el pasado mes de mayo, cuando comunicó a su hijo, el rey Felipe VI, su voluntad de dejar de desarrollar actividades institucionales y completar su retirada de la vida pública desde el pasado día 2 de junio, fecha en la que se cumplieron cinco años desde el anuncio de su abdicación de la Corona de España tras el escándalo del caso Nóos.
El Monarca reinó durante 38 años y siete meses, desde noviembre de 1975 hasta junio de 2014 y, aunque su participación en la agenda oficial de La Zarzuela no era intensa, el padre del Rey seguía interviniendo en algunos actos culturales y entregas de premios. Su protagonismo se acrecentó a lo largo del año pasado en una serie de iniciativas y actividades públicas coincidiendo con el 40º aniversario de la Constitución y su 80º cumpleaños.
Han sido numerosas las ocasiones en las que el Rey emérito ha tenido que pasar por quirófano para hacer frente a problemas de salud en su cadera, su columna o sus articulaciones, desde una primera de apendicitis, en su juventud. Aficionado al deporte, Juan Carlos I pasó dos veces por quirófano, en 1981 y 1985, para ser operado primero de una fibrosis por una fisura en la pelvis que se hizo esquiando y después de su rodilla derecha,