Por mucha limpieza que mantengamos en nuestra habitación, la presencia de pequeños insectos puede ser inevitable en algunas ocasiones. Es el ejemplo de los chinches. Pero hay maneras de detectarlo.

Tal y como recoge el Mirror, que cita a la Asociación Británica de Dermatólogos, los chinches pueden encontrarse incluso en los hogares más limpios. Esto se debe a que solo necesitan una fuente de alimento.

Norman Smith, director la empresa de control de plagas Invicta Environmental, recomienda estar atentos a un olor inusual que podría ser señal de la presencia chinches.

Se trata del olor a almendras. Este olor distintivo suele pasar desapercibido para quienes buscan señales más evidentes, como picaduras o la detección de los propios insectos.

«Cuando los chinches se establecen en grandes cantidades, liberan feromonas que crean un olor a humedad y almendras dulces. Mucha gente no asocia este olor con los chinches y podría buscar otras causas, como la humedad», dice Smith.

El experto señala que los chinches son expertos en esconderse y pueden ser muy difíciles de detectar: «La mayoría de la gente cree que verá fácilmente a los chinches arrastrándose, pero son insectos increíblemente escurridizos. Sus cuerpos planos les permiten esconderse en las grietas y costuras más pequeñas de colchones,

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