Zakaria Mohamed Dris, director de la autoescuela que lleva su nombre en Arrecife (Lanzarote), y la decena de alumnos que asistían al curso intensivo de teoría y práctica para la obtención del carné de carretilla elevadora y camión pluma, decidieron hacer un alto para ir a almorzar el pasado día 11. Apetecía una buena paella. Horas después acabarían en el hospital por consumo involuntario de cannabis. Supuestamente había sido añadido al plato.

“La paella estaba buenísima”, asegura el propio Zakaria. Tanto que repitió hasta dos veces. Y una vez se la terminaron, se marcharon del local, la cervecería Heineken. Poco después empezaron a sufrir mareos, agitación y taquicardias. Llamaron a los servicios de emergencia y hasta tres ambulancias se llevaron a ocho de los afectados al Hospital Doctor José Molina Orosa de la ciudad, donde dos de ellos quedaron ingresados en urgencias hasta el día siguiente. La sorpresa llegó cuando se enteraron de que la analítica que les realizaron reveló que habían ingerido marihuana sin saberlo.

Para ellos no hay dudas: la droga era un ingrediente de la paella, y así lo han hecho constar en las denuncias que han interpuesto ante la Policía Nacional, que se encuentra investigando lo sucedido. Mientras, el concejal responsable de Policía Local del Ayuntamiento de Arrecife, Alfredo Mendoza, explica que el mismo día de los hechos, agentes del cuerpo policial de la capital lanzaroteña precintaron la cocina (mientras el resto del local permaneció abierto), tomaron declaraciones al personal y comprobaron los permisos que poseía. “Tenían la factura de compra de los productos, y el cocinero, el carnet de manipulación de alimentos. En cuanto a la licencia, estaban en fase de tramitación para la cocina”, detalla.

Tras la actuación policial, los inspectores del departamento de Salud Pública del Gobierno de Canarias acudieron el lunes al Heineken. “Analizaron los ingredientes con los que se hizo la paella y no vieron nada extraño”, señala la directora del Área de Salud de Lanzarote, Noelia Umpiérrez, quien añade que el precinto fue levantado el martes. En todo caso, la visita de los inspectores no resultó inocua.

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