En ocasiones especiales y momentos puntuales, es muy habitual acompañar las reuniones sociales con alguna bebida alcohólica, por lo menos en España. Una costumbre que, en su justa medida, es aceptable (aunque no necesariamente recomendable), pero que cuando se convierte en algo habitual puede llegar a ser un problema, causando daños en nuestra vida personal y también en nuestra salud, llegando a afectar al funcionamiento de los riñones.
Los riñones, que se encuentran situados en el abdomen, tienen la función de eliminar los desperdicios de la sangre y el exceso de agua en forma de orina, también ayudan a mantener el equilibrio de sustancias químicas en el cuerpo. Estas son sus funciones más conocidas, pero también son los encargados de elaborar hormonas que ayudan a controlar la presión arterial y estimulan la médula ósea para que produzca glóbulos rojos. No sorprende demasiado que un buen funcionamiento de los mismos sea esencial.
El efecto del alcohol en los riñones
Una de las funciones de los riñones es eliminar las sustancias tóxicas de nuestro cuerpo y un consumo excesivo de alcohol hace que se produzca una sobrecarga tóxica en nuestros riñones, afectando a la capacidad de filtración del sistema renal. El alcohol puede provocar un desequilibrio en el mecanismo de filtrado, inhibe la secreción de la hormona antidiurética,