Hace ya tiempo que los científicos vienen corroborado muchos de los efectos positivos para nuestra salud de un alimento tan propio de la cocina española como la cebolla. Por ejemplo, su acción vasodilatadora puede mejorar la circulación y reducir la tensión sanguínea y la frecuencia cardíaca.
Entre estos beneficios parece que se encuentra un impacto positivo para nuestros riñones. Al fin y al cabo, esta planta de la misma familia que el ajo contiene cantidades significativas de quercitina, una sustancia que actúa como protector renal.
Acción antiinflamatoria y antioxidante
Así lo atestigua, por ejemplo, un trabajo publicado en la revista académica de alto impacto Frontiers in Pharmacology, que detalla que este flavonoide natural puede aliviar la toxicidad renal, la apoptosis, la fibrosis o la inflamación en una variedad de enfermedades de los riñones.
Además, la cebolla es rica en otros compuestos como saponinas, agliconas, cepaenos, flavonoides, organosulfuros y compuestos fenólicos, indica el medio científico Pharmaceutical Biology, que tienen efectos antiinflamatorios, antioxidantes e inmunomoduladores. Esto ha llevado a algunos investigadores ha plantear posibles usos de estos derivados de la cebolla en el tratamiento de varias enfermedades asociadas con el estrés oxidativo, la inflamación o la desregulación inmunológica.
Por otro lado,