El binomio chocolate y cerebro ha estado históricamente muy presente en los hogares, entendido como un refuerzo importante para el rendimiento escolar. Y se entendía especialmente por su contenido en azúcar, cuando en realidad lo que estimula la producción hormonal, la verdadera clave en el cerebro, no es la glucosa sino los flavonoides. En España se consumo una media de 3,5 kilos de chocolate anuales, pero no se conoce el dato específico del negro, el que realmente estimula las funciones cerebrales beneficiosas.
El chocolate negro aporta por tanto un componente, los flavonoides, que no tienen en la misma cantidad otras variantes de este alimento. El contenido de cacao puro en la tableta es directamente proporcional a su presencia, por tanto será más saludable. El que encontramos en el supermercado oscila habitualmente entre el 60 y el 85 por ciento, si bien no es necesario llegar al porcentaje más alto para poder disfrutar de sus ventajas.
El consumo anual español está lejos de la media europea, que ronda los nueve kilos de chocolate anuales, y mucho más lejos aún de otros consumos como el de ciertos pueblos indígenas como el kuna, en Panamá. Allí beben al día 40 tazas de chocolate y se olvidan así de enfermedades tan prevalentes en Occidente como la hipertensión o el sobrepeso,