JERÓNIMO ORS

  • Estamos tan acostumbrados a nuestra piel que apenas le prestamos atención.
  • Sin embargo, se trata del ecosistema más frágil y más importante del cuerpo humano.

Piel

En nuestra epidermis, la capa más externa de la piel, conviven, como en un bosque, especies beneficiosas con otras peligrosas y nocivas. Y, al igual que en cualquier otro ecosistema, como el intestino o la selva amazónica, un cambio brusco de especies o la llegada de una especie invasora por una caída de defensas puede organizar un desaguisado importante.

En la piel, la aparición de pequeñas infecciones como la caspa, granitos, verrugas y un largo etcétera, son la consecuencia de que hongos, bacterias y virus, que hasta la fecha han estado controlados, se vuelvan agresivos o dañinos para la piel.

Siempre que una especie invasora se introduce en nuestra epidermis, libera toxinas y radicales libres que literalmente envenenan nuestras células, dejándolas en un estado calamitoso y consiguiendo que nuestra estética sufra, y que la piel envejezca demasiado rápido.

Es muy importante que, periódicamente, un profesional con conocimientos y experiencia analice la piel y valore su estado. Esto se conoce, de forma técnica, como el estudio del microbioma de la piel. Se analiza como están nuestras defensas, cuál es el balance de las especies buenas y malas y cómo es la salud de este órgano. Así podremos usar de forma precisa cremas que mejoren nuestro microbioma y nuestro “bosque” particular.

Hoy en día existen poderosísimas fórmulas con efecto probiótico. Como investigador de las sustancias vegetales, he encontrado un azúcar que obtenemos de las endivias, esta verdura de sabor levemente amargo, que estimula las defensas de la piel y aumenta el balance de los microorganismos beneficiosos frente a los perjudiciales. Es un efecto comparable al que producimos en nuestro intestino al tomar fermentos y probióticos para repoblarlo y mantener correcta la fauna y flora.

Sabemos que, además de nuestro cerebro, hay otros dos órganos básicos para el equilibrio del cuerpo que actúan como cerebros adjuntos, el intestino y la piel. Y, afortunadamente, contamos con las armas y los conocimientos para mantenerlos en perfecto estado, y prevenir su deterioro y su envejecimiento. Simplemente hay que estar alerta. Cuidar las defensas de nuestra piel es una de las formas más seguras de prevenir el envejecimiento.

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