El anuncio del desayuno familiar en el que los niños toman un tazón de cereales con leche nos ha acompañado a lo largo de las décadas hasta el día de hoy. Es la imagen del desayuno por antonomasia, pero… ¿Es la mejor opción posible? ¿Es recomendable tomar cereales todos los días? Las voces expertas lo tienen claro.
En un reciente informe, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), analizó más de 300 tipos de cereales que pueden comprarse en un supermercado y la conclusión fue clara: aportan un exceso de azúcar, incluso los que identificaríamos como más saludables, como puede ser el muesli.
La OCU confirmó que casi cuatro de cada cereales analizados contenía altos niveles de azúcar, superior al 22,5 por ciento del contenido. E incluso aquellos productos en los que dichos niveles eran bajos (15% del total), habían incorporado edulcorantes, unos sustitutivos que tampoco están exentos de suponer un riesgo para la salud. En este sentido, se ha investigado sobre su impacto en los accidentes cerebrovasculares y las patologías cardíacas: no es recomendable su uso diario ni frecuente.
La población infantil, en alerta ante la obesidad
La campaña de sensibilización sobre desayunos y meriendas saludables impulsada por el Ministerio de Consumo y la Fundación Gasol radiografió el desayuno infantil para resaltar que el 31,7 por ciento de encuestados declaraba desayunar bollería industrial habitualmente.