Los humanos somos seres sociales, que necesitamos del contacto con otros para nuestra supervivencia. En un primer nivel, más superficial, esta necesidad se hace obvia, por ejemplo, para procurarnos alimentos, medicamentos, techo… Pero, de manera más profunda, también necesitamos sentirnos conectados con otros a nivel emocional.

Mayor riesgo de desarrollar alzhéimer

Y es que la soledad y el aislamiento, entendidos como la falta de esa conexión a nivel emocional (y no tanto como la soledad o el aislamiento a nivel puramente físicos) no sólo nos generan sentimientos y emociones desagradables, sino que existe amplia evidencia científica de que aumentan nuestro riesgo de padecer un buen número de dolencias.

Por ejemplo, como recogen los Institutos Nacionales de Salud de los Estados Unidos, las personas que se sienten solas tienen mayor probabilidad de desarrollar alzhéimer que la población general. En adultos mayores, los sentimientos autorreportados de soledad aumentan el riesgo de mortalidad por cualquier causa.

También se han relacionado los sentimientos de aislamiento social con problemas como alteraciones inmunes que promueven la inflamación crónica, que aumenta el riesgo de padecer varias enfermedades crónicas. De hecho, la inflamación crónica de bajo grado podría ser uno de los principales mecanismos detrás de enfermedades como las enfermedades gastrointestinales inflamatorias o incluso de trastornos psiquiátricos como la depresión.

 » Leer más