EFE
- Las posibilidades se multiplican en los trabajos a turnos.
El 45% de las personas que perdieron la vida durante su jornada laboral en 2018 fallecieron por un infarto cardíaco o cerebral, ya que si bien el trabajo no suele ser la causa de la enfermedad cardiovascular, sí puede ser el detonante, afectando especialmente a las personas que trabajan a turnos.
Así se ha puesto de manifiesto durante los Diálogos Efe Salud ‘Salud cardiovascular y entorno laboral’ en el que varios especialistas han analizado la relación entre las enfermedades cardiovasculares y el trabajo.
El coordinador médico de Quirónprevención en Alicante, Ramón Portolés, ha explicado durante el encuentro que el trabajo en sí no produce cardiopatías isquémica ni alteraciones de la salud cardiovascular, pero una persona con predisposición, con un trabajo «mal llevado» y un estrés mal gestionado sí puede generar un proceso patológico como un infarto de miocardio o un accidente vascular cerebral que «normalmente suele ser grave».
En su opinión, «para que exista la patología cardiovascular es imprescindible que no tengamos un buen estilo de vida» o que tengamos una biología que nos predisponga a tener ese tipo de enfermedades, ya que «lo que realmente nos obstruye las arterias es algo que hemos heredado por colesterol familiar o por no tener buen estilo de vida, ya sea sedentarismo, obesidad o tabaquismo, porque «eso es lo que al final hará que el estrés desencadene en una enfermedad mortal».
El 30% de los trabajadores, con riesgos cardiovasculares
Por su parte, Ignacio Palafox, vicepresidente segundo de la Sociedad Valenciana de Medicina y Seguridad en el Trabajo, ha recordado que el estrés es la reacción del cuerpo ante una situación que se considera una agresión, a lo que el jefe de Cardiología de Quirónsalud Alicante, Luís González, ha añadido que el estrés es una «respuesta fisiológica buena».
«El problema es cuando ese estrés se escapa al control, se descontrola y genera una respuesta exacerbada que genera consecuencias negativas», ha señalado González.
En este sentido, el también especialista en Cardiología en Quirónsalud Alejandro Pascual, ha destacado que el 30% de los trabajadores tienen dos o más riesgos cardiovasculares (obesidad, tabaquismo, diabetes o hipertensión) y que a partir de 45 años es más determinante toda esa carga de estrés o trabajo a turnos que puede desencadenar la cardiopatía o enfermedad vascular.