EUROPA PRESS
Muchos medicamentos, especialmente aquellos hechos de proteínas, no pueden tomarse por vía oral porque se descomponen en el tracto gastrointestinal antes de que puedan surtir efecto, como es el caso de la insulina, que los pacientes con diabetes deben inyectarse diariamente o incluso varias veces al día.
Con la esperanza de encontrar una alternativa a esas inyecciones, los ingenieros del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), que trabajan con científicos de la farmacéutica Novo Nordisk, han diseñado una nueva cápsula que puede transportar insulina u otros medicamentos proteicos y protegerlos del ambiente hostil del tracto gastrointestinal.
Cuando la cápsula llega al intestino delgado, se descompone para dejar al descubierto microagujas solubles que se unen a la pared intestinal y liberan el fármaco para su absorción en el torrente sanguíneo.
«Estamos realmente satisfechos con los últimos resultados del nuevo dispositivo de administración oral que nuestros miembros del laboratorio han desarrollado con nuestros colaboradores, y esperamos comprobar que ayudará a las personas con diabetes y otras personas en el futuro», señala Robert Langer, profesor del Instituto Koch en el MIT y miembro del Instituto Koch para la Investigación Integral del Cáncer.
En las pruebas en cerdos, los investigadores mostraron que esta cápsula podía cargar una cantidad comparable de insulina a la de una inyección, permitiendo una rápida absorción en el torrente sanguíneo después de que se liberaron las microagujas.
Langer y Giovanni Traverso, profesor asistente en el Departamento de Ingeniería Mecánica del MIT y gastroenterólogo en el Hospital Brigham and Women’s, son los autores principales del estudio, que se publica en la revista Nature Medicine.
Otros formatos
Ambos habían desarrollado previamente varias estrategias novedosas para la administración oral de medicamentos que generalmente deben inyectarse, como una píldora cubierta con muchas agujas pequeñas, así como estructuras en forma de estrella que se despliegan y pueden permanecer en el estómago de días a semanas mientras liberan medicamentos.
«Gran parte de este trabajo está motivado por el reconocimiento de que tanto los pacientes como los proveedores de atención médica prefieren la vía de administración oral sobre la inyectable», dice Traverso.
A principios de este año,