Todo el que se inicia en el mundo del fitness acaba por descubrir que obtener los resultados esperados requiere paciencia y esfuerzo. De hecho, no son pocos quienes abandonan al poco tiempo de empezar, desesperanzados en las primeras fases al no percibir ninguna mejoría aparente.
Sin embargo, la ciencia nos puede ofrecer algunas pistas sobre el tiempo que nos va a llevar lograr ganancias musculares significativas, teniendo en cuenta el tipo de ejercicio que realizamos, nuestra nutrición y, en general, nuestras características particulares.
Lo primero que es preciso entender es cómo crecen los músculos, algo que explica un artículo publicado en el medio especializado IDEA Fitness Journal.
Tal y como recogen los autores de este trabajo, el ejercicio intenso, como el levantamiento de pesas, es, en realidad un trauma para las fibras musculares, que de hecho les causa un daño. En respuesta a esto, otras células musculares satélite se activan y tratan de reparar la herida, uniéndose entre sí e incrementando la fibra muscular.
Este mecanismo se activa también a través de ciertas hormonas que regulan estas células satélite, permitiendo entre otras cuestiones la formación de nuevos vasos capilares o la reparación del daño muscular.
Si el objetivo es ganar masa o volumen muscular, la mejor manera no es a través de cantidades indiscriminadas de ejercicio sino más bien orientando una cierta cantidad de ejercicio regular mediante una estrategia clara.