Al tratar de ganar músculo, es normal que nos concentremos sólo en el ejercicio que realizamos (y, en el mejor de los casos, en lo que comemos). Sin embargo, no conviene olvidar que hay muchos otros factores que contribuyen al aumento de masa muscular, por lo que es importante intentar una vida sana en todos los ámbitos… incluyendo en nuestros hábitos de sueño.
¿Cómo influye el sueño en el aumento de masa muscular?
La glucosa es un tipo de azúcar que nuestro cuerpo almacena y usa para obtener energía. De hecho, es la única molécula de esta clase que puede procesar para tal fin; cualquier otro tipo de azúcar (fructosa, lactosa) tiene que ser previamente transformada en glucosa para que nuestro organismo sea capaz de transformarla en energía.
Es aquí donde interviene el sueño: al dormir, la glucosa presente en nuestra sangre se almacena en el músculo en la forma de glucógeno muscular. Y, aunque el glucógeno también existe en otras partes de nuestro cuerpo (como el hígado y la sangre), el glucógeno muscular es la forma más energética.
Por ello, cuando no dormimos lo suficiente, no logramos reponer al máximo nuestras reservas de glucógeno muscular, con lo que no aprovechamos al máximo la energía de la glucosa durante la actividad física.
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Pero el efecto del sueño en nuestro aprovechamiento del ejercicio va más allá.