Los conservantes en los cosméticos son una preocupación creciente entre la población. El interés por reducir los ingredientes químicos que pueden llevar algunas cremas y lociones, así como apostar por aquellos productos que solo utilicen ingredientes naturales aumenta. Pero ¿sabemos cuál es la función de los conservantes en los cosméticos?
La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) decidió responder a las preguntas más frecuentes sobre el uso de los conservantes. El objetivo ha sido concienciar a la población «sobre la importancia de los conservantes en los productos cosméticos y las posibles consecuencias para la salud pública si no se utilizaran».
Como indica la AEMPS, los conservantes en los cosméticos tienen como finalidad «evitar o reducir el crecimiento microbiano». Asimismo, previenen «la contaminación por microorganismos, como bacterias u hongos». De esta manera, no solo los conservantes aumentan la vida útil de los cosméticos, sino que evitan que se produzcan alergias en la piel.
Por esta razón, los conservantes permiten que una crema, por ejemplo, pueda utilizarse durante seis o doce meses sin ningún tipo de problema. Pasado ese tiempo, que debe especificarse en el envase, el producto puede perder su eficacia. Esto sucedería de una forma mucho más rápida si no se utilizasen conservantes, con las consecuentes irritaciones o infecciones que podrían afectar a la piel de los usuarios.
Una de las grandes preocupaciones que surgen por los conservantes de los cosméticos es que se considera un término que se asocia a un producto poco seguro y que genera desconfianza. No obstante, la AEMPS expone que todos ellos se someten a una evaluación muy rigurosa.
De hecho, son las autoridades públicas quienes «regulan los conservantes para garantizar la seguridad de dichos ingredientes». No obstante, sí es cierto que no todos los conservantes son iguales.
La AEMPS aclara que hay conservantes que solo son eficaces contra las bacterias, pero que no contra los hongos. También, hay conservantes que solo son útiles contra los hongos, pero no contra las bacterias. Por eso, es necesario elegir varios conservantes para poder conseguir la mejor conservación para los productos cosméticos.
Los cosméticos se contaminan de una manera muy sencilla. Por lo general, suele ser común aplicarse una crema con las manos. Los dedos entran en contacto con la crema y es en estos momentos en los que las bacterias pueden contaminarla.