MERCEDES BORJA
- Contamos cómo prevenir los piojos y también qué hacer ante un contagio.
- Además, repasamos algunos de los numerosos mitos sobre estos parásitos.
La vuelta al cole ya está aquí y, con ella, una de las mayores pesadillas de niños y padres: los temidos y molestos piojos. Acabar con ellos o, mejor aún, evitar que aparezcan parece a veces misión imposible, pero con algunas medidas preventivas se lo pondremos más difícil a este resistente parásito.
¿Qué es la pediculosis?
Hablamos de pediculosis cuando se produce una infestación por piojos, unos parásitos exclusivamente humanos de unos dos milímetros de longitud que se contagian de unas personas a otros, especialmente entre los niños de entre 3 y 11 años. Además de contagiarse con facilidad, los piojos se reproducen muy deprisa y, aunque no viven más de un mes, en pocos días pueden poner suficientes huevos —liendres— como para que la infestación aumente en pocas semanas, pues estos eclosionan en una semana y en 14 días está, listos para reproducirse.
Durante su ciclo vital, los piojos se alimentan de sangre humana a través de pequeñas picaduras, que son las que producen picor e irritación.
¿Se pueden prevenir?
Aunque ninguno es infalible, hay varias medidas higiénicas que podemos llevar a cabo en casa para prevenir las infestaciones de piojos. Desde ANEFP (Asociación para el Autocuidado de la Salud), nos recomiendas algunas como:
- Evitar que los niños compartan peines, bufandas, gorros, complementos para el pelo, abrigos, toallas, etc.
- Revisa frecuentemente —una vez a la semana— el pelo de los niños en busca de liendres o piojos o liendres. Mejor si lo hacemos con una lendrera, un peine de púas muy finas que facilitan la retirada de piojos y liendres.
- En caso de que los niños o las niñas lleven el pelo largo, recogerlo con una coleta, trenza o moño. De esta forma, además de dificultar el contagio, enfriamos la zona de la nuca y de detrás de las orejas, donde los piojos suelen poner los huevos.
- Lavar los objetos que están en contacto con el pelo a menudo y con agua caliente, ya sean cepillos, toallas, coleteros, gorros… así como la ropa de cama. A más de 40 grados, los piojos mueren.
- Puesto que en calor excesivo mata a piojos y liendres,