El virus de Epstein-Barr es casi ubicuo en poblaciones como la española, en la que hasta el 90% de los individuos llegan a arrojar positivo según algunas estimaciones. Existen, de hecho, algunas evidencias que han relacionado este patógeno con el desarrollo de la esclerosis múltiple.
No obstante, la mayoría de estas personas lo desconoce, ya que normalmente el virus no produce enfermedad y pasa desapercibido. Cuando lo hace, la patología más frecuente es la mononucleosis, llamada también «enfermedad del beso» por su vía de contagio, la saliva.
¿Qué es y cuáles son sus síntomas?
Como decimos, la mononucleosis es una enfermedad infecciosa provocada por el virus de Epstein-Barr, si bien hay otros agentes que pueden llegar a provocar síntomas similares. Se propaga a través de la saliva, por lo que es posible contagiarse al besar o al compartir alimentos, cubiertos o bebidas.
Provoca una serie de síntomas molestos, pero normalmente leves, como son por ejemplo:
- Fatiga.
- Dolor de garganta, que no mejora después de tratamiento con antibióticos.
- Fiebre.
- Hinchazón de ganglios linfáticos en el cuello y las axilas.
- Amígdalas inflamadas.
- Cefalea.
- Sarpullido en la piel.
- Bazo inflamado y blando (esplenomegalia).
Este cuadro sintomático suele presentarse tras un período breve de incubación de entre cuatro y seis semanas,