Uno de los principales inconvenientes que encontramos a la hora de hacer ejercicio es superar la pereza que a veces nos da ponernos y luego es fácil que se nos haga cuesta arriba alcanzar nuestros objetivos.
En los últimos 20 años, la científica del comportamiento de la Universidad de Nueva York Emily Balcetis ha investigado por qué a menudo es tan difícil lograr nuestras metas relacionadas con la salud y el estado físico.
Tal y como recoge la BBC, «el problema no es necesariamente nuestra motivación, porque incluso cuando estamos motivados, se nos hace difícil». Balcetis ha descubierto que parte del problema es la forma en que vemos el mundo que nos rodea.
«No nos damos cuenta de que nuestros ojos, que creemos que nos dicen la verdad sobre la forma en que realmente es el mundo, son en realidad parte de la razón por la cual no estamos caminando lo suficiente o no estamos corriendo tan lejos como queremos, o estamos renunciando a nuestras metas antes de haberlas logrado«, dice.
«En el curso de tratar de entenderlo (por qué para algunas personas es más difícil que para otras), hablé con un grupo de atletas olímpicos y les pregunté: ‘¿qué estás mirando cuando estás corriendo hacia la línea de meta?’»,