A finales de 2020 surgió en Gran Bretaña una nueva variante del coronavirus SARS-CoV-2. Esta variante (o linaje), denominada B.1.1.7, está dotada con mayor infectividad. Según el COVID-19 UK Genomics Consortium, en diciembre de 2020 más del 50% de los nuevos contagios en Gran Bretaña eran de esta variante, que hoy es dominante en las islas. Presenta una transmisibilidad incrementada entre un 38 y un 130% respecto de la variante original. La noticia de su aparición provocó una oleada de noticias y despertó temor en el público. Pero, ¿qué es una variante viral y cómo se convierte en un problema para nosotros?

Un virus es, esencialmente, información genética. Un manual para generar copias de sí mismo. No existe consenso absoluto sobre si considerarlos seres vivos (tenemos razones para afirmar que no), pero sí pueden evolucionar mediante cambios en su información genética que llamamos mutaciones.

La información necesita un soporte: nosotros utilizamos libros y la memoria, pero las células utilizan un ácido nucleico. La vida se sostiene sobre dos tipos: el ADN y el ARN, que son similares, aunque con diferencias químicas esenciales.

Nuestras células contienen la información en ADN, pero el coronavirus la guarda en una molécula de ARN con, aproximadamente, 30.000 «letras».

Cuando el coronavirus infecta,

 » Leer más