Planear un viaje este verano y que los trastornos digestivos aparezcan cuando menos te lo esperas es del todo menos agradable. Estar en un lugar distinto o consumir comida en chiringuitos puede generar algún que otro problema que termine amargando las vacaciones. Es por esto por lo que conviene tener en cuenta algunos consejos para afrontarlos.
Comer más fibra para el estreñimiento
Hay algunas personas que ya conocen su cuerpo y saben cómo reacciona. Aquellas que padecen estreñimiento en su día a día, pero que lo tienen más o menos controlado, durante los viajes este aparece con más fuerza. El hecho de que los hábitos cambien y de estar también en un lugar distinto puede hacer que ir al baño se convierta en un reto.
Comer más alimentos con fibra puede contribuir a paliar los efectos que tiene el estreñimiento, desde incomodidad, hasta gases e incluso hinchazón abdominal. Este problema afecta a un 20% de la población, según la Fundación Española del Aparato Digestivo (FEAD), por lo que también puede ayudar llevar algún laxante y evitar comidas que puedan contribuir al estreñimiento como son los alimentos procesados.
Descartar las comidas copiosas para prevenir la acidez
Otro de los trastornos digestivos frecuentes en verano es la acidez. Esta se produce después de las comidas con una sensación de ardor que sube por el esófago y que provoca una sensación muy desagradable.