Cuando pensamos en problemas sexuales siempre nos vienen a la mente disfunciones, dificultades para lubricar o miedos que puedan afectar al disfrute de las relaciones. Pero ¿qué sucede cuando se tiene una enfermedad crónica? La vida sexual se ve afectada y afrontar el sexo resulta ser algo primordial.
Existen varios tipos de enfermedades crónicas. Algunas pueden ser la fibromialgia, el cáncer, el párkinson o la hipertensión, entre muchas otras. Todas ellas pueden impactar de manera negativa en la vida sexual de las personas diagnosticadas. Por eso, conviene saber cómo afrontar el sexo cuando se padece una enfermedad crónica, porque es posible hacerlo con éxito.
Una enfermedad crónica puede afectar a las relaciones sexuales debido, principalmente, a los síntomas de la propia enfermedad. El cansancio, el dolor, el malestar… Todo esto disminuye la libido y apenas deja espacio para pensar en disfrutar del sexo con la pareja. Esto es algo que debemos tener en cuenta.
Sin embargo, existe otro aspecto que también afecta a las relaciones sexuales y es la preocupación y el miedo por vivir con una enfermedad crónica. La persona sabe que va a tener que vivir con esa enfermedad toda su vida, no se va a poder librar de ella. Esto le puede afectar mucho y provocar que deba afrontar el sexo con la ayuda de profesionales para que vuelva a recuperar las ganas y la pasión.