Existe la creencia popular en España y en otros países de que incrementar el consumo de agua puede ayudar con la pérdida de peso. Particularmente, se dice a menudo que esta estrategia puede ayudar a aumentar la saciedad y la quema de calorías y a reemplazar alimentos muy calóricos, como las bebidas azucaradas.
Sin embargo, la realidad detrás de esto es compleja. En realidad, la evidencia científica no permite determinar que el agua en sí misma nos pueda ayudar a perder peso; los beneficios, no obstante, pueden ser más indirectos.
¿Adelgaza el consumo de agua?
Es cierto que el consumo de agua se asocia con un aumento en la actividad simpatética, que activa parámetros como la frecuencia cardíaca o el metabolismo.
Por ello, beber agua, afirma un estudio publicado en el medio especializado Current Obesity Reports, sí que podría ayudar a aumentar la tasa metabólica y la cantidad de calorías que quemamos, aunque las evidencias procedentes de estudios con condiciones que imiten el mundo real son poco concluyentes.
No obstante, sí que existen otras formas en las que aumentar el consumo de agua puede ayudar con la pérdida de peso. Por ejemplo, un estudio del año 2018 publicado en Physiology & Behaviour sugiere que beber agua antes de las comidas puede ayudar a reducir el hambre y a que las personas coman menos.