Los fluidos corporales son sustancias que nuestro organismo produce para llevar a cabo sus diversas funciones correctamente, y por tanto resulta lógico que analizar sus propiedades pueda darnos muchas pistas sobre nuestro estado de salud. Estamos más que acostumbrados a que los médicos nos pidan muestras de orina o heces para analizar; y la mayoría sabemos detectar problemas sólo con el volumen o el color de la mucosidad nasal. Pues bien, también el aspecto del semen puede ser un indicador importante acerca de nuestro bienestar.
Características normales del semen
Así lo explica el doctor Jamin Brahmbhatt, urólogo y cirujano robótico en el centro Orlando Health (Estados Unidos) y expresidente de la Sociedad Urológica de Florida, en un artículo publicado en el medio estadounidense CNN Health. Según detalla, es normal apreciar cambios menores en el color, la textura o el olor del semen, pero alteraciones más llamativas deben motivar una visita a un especialista.
En condiciones normales, dice, el semen tiene una consistencia espesa, como de gel, y un olor sutil que recuerda al de la lejía por su ph alcalino. A los minutos de salir del cuerpo, su consistencia cambia y se vuelve más líquido.
Algunos valores típicos del semen son una concentración de alrededor de 15 millones de espermatozoides por milímetro,