Cada vez son más frecuentes los problemas para contraer el sueño y cada vez son más los interesados en implementar pautas saludables para dormir mejor en sus rutinas. Existen multitud de factores que afectan a la estructura del sueño, pero la reducción de la luz solar es uno de los aspectos que pasan bajo el radar en muchas personas.
“La disminución de las horas de luz afecta a nuestra producción de melatonina, la hormona del sueño, de forma que al oscurecer segregamos antes la melatonina y nos entra más pronto la somnolencia”, explica el director de la Unidad de Patología del Sueño del Hospital Universitari General de Catalunya, el Dr. Francisco Segarra.
Por su parte, el responsable de la Unidad del Sueño del Hospital Universitario Quironsalud Madrid, el Dr. Juan Pareja Grande, añade que “el mayor regulador de este ciclo circadiano es la luz” y apunta que “cuando la luz decrece las neuronas conectadas con la retina marcan la propensión al sueño y cuando la luz aparece activan la vigilia”.
Otoño es una de las estaciones en las que el repunte de problemas para tener un buen descanso se agudiza. Al volver a la rutina tras el verano, nuestros patrones de sueño pueden verse alterados. Asimismo, una menor exposición a la luz puede afectar a nuestro estado anímico y puede generar disforia y apatía,