Caminar puede ser uno de los mejores ejercicios para nuestra espalda ya que requiere relativamente poco esfuerzo frente a otros deportes, permite disfrutar de una conversación o de nuestro entorno, es menos lesivo que otros deportes al ser de bajo impacto y lo podemos incorporar más fácilmente a nuestra actividad cotidiana.
Bien erguidos, hinchando el pecho y metiendo abdomen
Debemos caminar bien erguidos, hinchando el pecho y metiendo el abdomen, para poder deambular con un perfil sagital correcto, es decir, con nuestra espalda bien equilibrada con sus curvaturas normales. Además, la mirada conviene que vaya dirigida al frente para conservar una adecuada lordosis cervical fisiológica, natural. Por último, es importante una pisada correcta y una coordinación fluida de todo nuestro cuerpo.
Llevar calzado correcto para amortiguar cada pisada
Por otro lado, debemos llevar calzado correcto que permita amortiguar el impacto de cada pisada, tanto en nuestros pies como la transmitida hacia toda la columna. También deberemos llevar ropa adecuada y cómoda para caminar, así como protección solar en caso de que sea necesario. Además, al caminar no debemos cargar con peso y si es imprescindible llevar algo, que pese lo menos posible y esté bien repartido.
En caso de caminatas en las que tenemos que trasportar algo, llevar cosas con el menor peso posible en nuestro bolso o mochila y si llevamos bolsas procurar que el peso esté distribuido entre ellas y que no notemos tensión en la columna al transportarlo,