El mercado de las bebidas energéticas en España, dominado por marcas como Monster, ha experimentado un auge significativo en los últimos años, especialmente entre el público joven y adolescente. Sin embargo, la controversia ha rodeado a este sector debido a los elevados niveles de ciertos componentes en estas bebidas que podrían conllevar riesgos para la salud de los consumidores.
Desde sus inicios, las marcas de bebidas energéticas han buscado asociar su imagen con el mundo de los deportes extremos, el espectáculo y la música, ámbitos que resultan particularmente atractivos para el público joven. Ante esta situación, diversas instancias han abogado por una regulación más estricta, lo que ha llevado a la introducción de etiquetas de advertencia en los envases sobre el alto contenido de cafeína y los potenciales riesgos para ciertos grupos de personas.
Un claro ejemplo es el de Monster Energy Drink, cuya lata de 500 ml contiene 160 mg de cafeína, lo que equivale a unas tres tazas de café expreso. Cabe destacar que la dosis máxima considerada segura en una sola ingesta es de 200 mg. Además de la cafeína, estas bebidas también incluyen otros estimulantes como la taurina y grandes cantidades de azúcar. En el caso de Monster, una lata contiene aproximadamente 54 g de azúcar, el equivalente a unos 10 sobres.