Cuando sentimos la sensación de que necesitamos comer algo dulce, y lo precisamos con urgencia, en realidad estamos recibiendo una señal de aviso de nuestro organismo, que reclama algo de lo que carece. Aunque no suele antojársenos nunca un capricho de verdura, los dulces sí ocupan el primer puesto de los antojos. ¿Por qué nos apetece dulce de manera inesperada?

«Desde una perspectiva clínica, los antojos se consideran pistas valiosas», afirma Annie Lin, profesora adjunta de nutrición en la Universidad Nova Southeastern (EE.UU.) en Parade. La experta advierte: «En lugar de ceder impulsivamente al capricho que nos demanda la mente, es importante explorar qué es lo que lo impulsa«. El problema surge cuando el antojo persiste incluso después de haberlo disfrutado.

La importancia del magnesio en el cuerpo

El magnesio es un mineral imprescindible en nuestras funciones normales, al impulsar cientos de procesos bioquímicos en el cuerpo, desde regular el estrés y la presión arterial hasta mantener los huesos fuertes.

La deficiencia de magnesio se manifiesta con antojos de chocolate, pero también con síntomas neurológicos que a menudo se atribuyen al estrés o a la falta de sueño, como fatiga, irritabilidad, ansiedad o espasmos musculares. Si existen dudas sobre los niveles de magnesio,

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