Es muy probable que uses una botella de agua reutilizable para tu día a día, bien sea para el gimnasio, el trabajo o simplemente para beber cuando estés un casa. Pero quizá no seas consciente de la gran cantidad de gérmenes y bacterias que se acumulan en ellas, incluso si son de cristal.
La ciencia ahora lo ha cuantificado. Carl Behnke es experto en seguridad alimentaria de la Universidad de Purdue en Indiana, EEUU y él mismo se preguntó cuántos gérmenes habría en su botella.
Behnke introdujo trozos de papel de cocina en su botella: «Eran blancos hasta que los saqué», dice en declaraciones recogidas por la BBC. «Me di cuenta de que la sensación resbaladiza que sentía en el interior de la botella no se debía al material, sino a la acumulación de bacterias«, dijo.
Entonces decidió llevar a cabo un estudio científico. Behnke y sus colaboradores fueron abordando a los estudiantes de la Universidad de Purdue y les pidieron que les prestaran sus botellas de agua para una investigación.
«Algo que destacó del proyecto fue la cantidad de personas que no querían conocer los resultados», recuerda Behnke. «Básicamente, sabían que sus hábitos de limpieza eran deficientes o inexistentes, algo que los datos confirmaron posteriormente».