Es uno de los ejercicios que nos pueden resultar más familiares a la hora de pensar en un entrenamiento. Hay un tipo estándar que consigue el impacto principal del resto de subtipos creados en los últimos tiempos: tonificación de las extremidades. Pero dado que el mundo fitness no para de innovar e incorpora decenas de modas cada año, ahora es el turno de la sentadilla de pistola, no es apta para todos los públicos.
Con barra, con salto, caminando, búlgara… Las sentadillas no escapan a las constantes variaciones que incorpora el universo del entrenamiento. La diferencia de la modalidad que nos ocupa con respecto a las anteriores es que supone un grado mayor de complejidad. El equilibrio es una parte muy importante de esta variante, por lo que conviene contar con asesoramiento experto antes de iniciar la práctica.
Un ejercicio sencillo pero que puede lesionar
Por fáciles, porque en principio no hay por qué contar con ningún elemento externo, y porque las podemos practicar en la soledad de nuestro hogar, tendemos a olvidar que las sentadillas son un ejercicio intenso que no debe realizarse sin unas coordenadas básicas. En primer lugar, hay que prestar atención a la respiración: inhalar antes de iniciarla y exhalar a medida que bajamos el cuerpo. La espalda es una zona delicada y la ponemos en riesgo sin unas pautas mínimas:
- Mantener los pies ligeramente separados y siempre bien apoyados en el suelo.