Ha escrito Espido Freire que «la palabra superdotado… despierta resquemores, logra en segundos que muchos de quienes la escuchan se pongan en guardia». Pero no, persona con altas capacidades no es sinónimo de superdotado o superdotada.
El término personas con altas capacidades intelectuales (ACI) ha evolucionado mucho. Los primeros estudios lo asociaban con alto rendimiento académico y más tarde con tener un elevado cociente intelectual. Hoy se define como un potencial a desarrollar.
Porque dentro del concepto, la superdotación es la más conocida, pero hay más. Precocidad, creatividad, talento, que a su vez puede ser matemático, músical, plástico, lingüístico, etc. Son maneras de tener altas capacidades, pero luego hay que desarrollarlas y no siempre la sociedad, los padres y la escuela saben cómo hacerlo.
Hay que saber motivarlos
Puede resultar sorpredente pero entre los niños y niñas con altas capacidades hay mucho fracaso escolar. Son, literalmente, unos incomprendidos. Pero «los alumnos de altas capacidades no tienen porque ser alumnos con fracaso escolar per se«. Lo aseguran Beatriz Belinchón, Mario Belda y Maider Belda, personas con altas capacidades y autores del libro: Hijos con altas capacidades; educarlos felices (RBA).
«Los niños con altas capacidades intelectuales también tienen la necesidad de ir al colegio a aprender, aunque la realidad en el aula es muy diferente y esto afecta de manera directa a la motivación intrínseca del alumno,