La proteína es un macronutriente imprescindible para realizar nuestras funciones vitales. Posee funciones estructurales, hormonales y enzimáticas de transporte, entre otras. Se encargan de funciones determinantes para la vida. Y suplementarnos puede servir para corregir deficiencias en nuestro organismo.
El suplemento de proteína es de los más usados y es válido para cubrir o incrementar las necesidades proteicas en función del objetivo que se marque el individuo. Su uso en el deporte se basa en alcanzar un mejor rendimiento deportivo o incluso estético, “pero también suelen usarse en población cuya masa muscular se ve afectada”, como los pacientes de sarcopenia o las personas mayores, explica la nutricionista del Hospital Universitario Ruber Juan Bravo, Belén Fontán.
Estos suplementos aportan beneficios siempre y cuando sean una recomendación médica para suplir carencias o prevenir la desnutrición o ciertas enfermedades. Además, son una opción idónea, puesto que “facilitan mucho al paciente la ingesta de este macronutriente”, por ejemplo, a través de batidos.
“Los suplementos proteicos facilitan mucha al paciente la ingesta de este macronutriente”
Por otro lado, la suplementación proteica suele usarse por parte de atletas profesionales y amateurs para incrementar el rendimiento general, la energía durante el entreno y mejorar los procesos de recuperación física, lo que les permite entrenar de manera más continuada.