Aunque la evaluación de una determinada sintomatología y el diagnóstico tienen que quedar siempre en manos de una persona cualificada para ello (es decir, un médico) saber reconocer algunos signos puede ser vital para buscar la atención necesaria y poner solución a un posible problema de salud.
Algunos síntomas, por ejemplo, pueden indicarnos una gran variedad de enfermedades (lo que se conoce como síntomas inespecíficos), algunas de las cuales podrían ser serias. Este es el caso de la ascitis.
¿Qué es la ascitis y por qué se produce?
Ascitis es el nombre que recibe la acumulación anormal de líquido en la cavidad peritoneal (es decir, el interior del abdomen); para que se considere como tal, la cantidad de líquido debe exceder los 25ml.
Aparece como consecuencia de muchas patologías diferentes, aunque más comúnmente por enfermedades hepáticas y, sobre todo, por cirrosis hepática. Otras posibles causas son la hipoalbuminemia (disminución de los valores séricos de albúmina por debajo de los óptimos), varios tipos de cáncer, la pancreatitis, la insuficiencia cardíaca, la insuficiencia renal, el síndrome nefrótico o la tuberculosis.
Más raramente, la ascitis puede aparecer a consecuencia de infecciones por clamidia o gonorrea, por lupus eritematoso o síndrome de Meigs.
¿Cómo identificarla?
La ascitis puede ser difícil de detectar, ya que si el nivel de líquido no es excesivamente alto puede no producir síntomas,