Los problemas de visión por errores de refracción son extremadamente comunes: se estima que afectan a entre 800 y 2300 millones de personas en todo el mundo. Entre ellas está el astigmatismo, que pese a ser muy frecuente es quizás la menos entendida por la mayoría de la población.
¿Qué es el astigmatismo? ¿Cuáles son sus causas?
El astigmatismo es un tipo de ametropía (un error de refracción) debido, generalmente, a una alteración en la curvatura anterior de la córnea. Su principal característica es que existe una refracción diferente entre dos meridianos oculares, lo que impide enfocar con claridad los objetos.
El resultado es que, a diferencia de la miopía o la hipermetropía, el astigmatismo reduce la agudeza visual tanto en la visión próxima como en la lejana. No obstante, hay que tener también en cuenta que a menudo se presenta junto a otros defectos de refracción, por lo que su identificación puede resultar más compleja.
Existen distintos tipos de astigmatismo, según su intensidad, el ángulo en el que se sitúan los meridianos principales y según el defecto de refracción que se dé en cada uno de ellos.
Por lo general es de origen congénito, si bien existen instancias en las que es adquirido por intervenciones quirúrgicas oculares, traumatismos o por úlceras de la córnea.