Coger el móvil, ir al baño o desayunar son algunas de las primeras actividades que hacemos tras despertar. Lo que muchos desconocen es que una de ellas sería perjudicial para nuestra salud.

Nayra Gómez, una enfermera que divulga contenido en sus redes sociales sobre inflamación, nutrición y bienestar ha confirmado que ingerir un alimento nada más abrir los ojos «puede parecer un detalle sin importancia, pero tiene un gran impacto en tu salud digestiva e inflamatoria».

«Si te levantas y comes sin cepillarte los dientes estás tragando bacterias, toxinas y compuestos inflamatorios acumulados durante la noche», explica la sanitaria. «Todo eso va directo a tu estómago e intestino y puede alterar tu microbiota», añade.

Pese a que es un hábito adoptado por una gran parte de la población, este «aumenta la inflamación en todo tu cuerpo» en forma de acné, hinchazón abdominal, niebla mental o fatiga.

El resultado de esta rutina es que la microbiota resulta alterada, puedes sufrir disbiosis intestinal, existe una mayor carga tóxica para el hígado y la posibilidad de padecer una inflamación crónica silenciosa.

«El primer gesto antiinflamatorio del día empieza en tu boca. Aquí es donde entra en juego el poder del oil pulling con aceite de coco y orégano.

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