Una nueva investigación, publicada en la revista Nature Communications, ha descubierto cómo las células cancerosas se ven alteradas por su entorno, lo que les permite cambiar su forma y liberarse de un tumor.
El descubrimiento, que es la culminación de casi una década de investigación que comenzó en King’s College de Londres, allana el camino para tratamientos que abordarán el cáncer antes de que pueda propagarse.
Los tumores se mantienen unidos por una estructura llamada matriz extracelular (ECM), que actúa como el andamiaje alrededor de un edificio en construcción.
Un equipo del Instituto de Investigación del Cáncer de Londres, dirigido por la española Victoria Sanz-Moreno, y el Barts Cancer Institute de la Queen Mary University de Londres (BCI-QMUL), ha descubierto cómo las células cancerosas utilizan la disposición de esta estructura de andamiaje como una ‘hoja de ruta’ para abandonar el tumor.
Descubrieron que la matriz extracelular desencadena cambios dentro de las propias células cancerosas, alterando su forma y potenciando su capacidad de viajar a diferentes partes del cuerpo.
Este avance significa que los tumores agresivos que tienen probabilidades de hacer metástasis ahora se pueden identificar más fácilmente en una etapa más temprana, lo que permite a los médicos adaptar el tratamiento antes.
Actualmente se están desarrollando medicamentos para actuar sobre la disposición de la matriz extracelular,