El claustro medieval de la Iglesia de Santa Anna, en el corazón de Barcelona, se ha convertido esta semana en un “hospital de calle”. Es la tercera vez en un año que personal sanitario del Hospital del Sagrat Cor monta voluntariamente una consulta “para atender a la gente que vive en la calle y no tiene cobertura sanitaria”, explica el doctor Jordi Delás, especialista de Medicina Interna de este centro hospitalario. Esta vez, el “Hospital de la Calle” ha incorporado nuevas especialidades como psicólogos y pediatras para atender, hasta el próximo jueves, a los menores extranjeros no acompañados que viven en la capital catalana.

Según el último censo de la Fundación Arrels, hay más de 3.800 personas sin hogar en Barcelona, un 81% más que hace diez años. De estas, un 47% no tiene tarjeta sanitaria y, por lo tanto, no pueden ser atendidas en los centros sanitarios públicos. Para dar respuesta a sus necesidades, los párrocos Peio Sánchez y Xavier Morlans y la monja teresiana Viqui Molins impulsaron la iniciativa del “hospital de calle” en la Parroquia de Santa Anna, que celebró su primera edición en febrero de este año.

“Hay muchos chicos jóvenes en la calle, sobre todo marroquíes. Hemos curado heridas y también hemos tratado a algunos que tenían sarna”, explica Roser Fernández, enfermera del Sagrat Cor que ayer trabajó en la primera unidad móvil del hospital organizado en Santa Anna. Fernández salió junto a un grupo de educadores sociales del distrito de Ciutat Vella, hecho que le permitió acercarse a ellos y ganarse su confianza. “Algunas veces ha sido difícil comunicarse porque muchos han llegado hace poco y casi no hablan el idioma”, comenta la enfermera. Aparte de heridas y algunas enfermedades, también se ha encontrado con problemas de adicciones. “Hemos visto a dos jóvenes que iban colocados por esnifar pegamento y ha sido complicado, pero hemos logrado llevarlos hasta la parroquia de Santa Anna para que les hicieran una consulta general”, narra Fernández. 

En Cataluña, hay 3.391 menores de edad no acompañados y sin referentes familiares,

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