Desde hace mucho tiempo, los consejos saludables por parte de los expertos en España para evitar enfermedades, mantener el equilibrio metabólico y reponer energías han establecido el tiempo recomendable de descanso nocturno en ocho horas diarias. Una cifra ideal que, en la mayoría de los casos y en la población adulta no podemos cumplir por mil y una circunstancias.
Afortunadamente, un reciente estudio de la Universidad de Oxford, publicado en la National Library of Medicine concluye que, más importante aún que la cantidad de horas que dedicamos al sueño, es establecer una rutina y mantenerla inamovible. Es decir, que podemos dormir sólo 7 horas, pero si lo hacemos de la forma correcta, será mejor que dormir más tiempo y con peor calidad.
Sueño: ¿mejor cantidad o calidad?
Como explica el estudio recientemente hecho público, un sueño anormalmente corto o demasiado prolongado se asocia en medicina con una mortalidad prematura. Así pues, esta investigación y otras similares demuestran que la regularidad del sueño, la consistencia diaria del horario sueño-vigilia, se convierte con toda seguridad en un medidor mucho más interesante para la salud general.
Las conclusiones de este estudio ponen de manifiesto que la regularidad del sueño, con unos hábitos siempre más o menos iguales que garanticen el descanso real,