Un estudio internacional ha relacionado el origen del envejecimiento humano con las mutaciones crípticas mitocondriales, un tipo de alteración rara y escondida en el ADN que no es fácilmente detectable en un análisis general y, por tanto, ha sido poco estudiada hasta ahora.

La investigación, publicada en Nature Comunications, cuenta con la colaboración del grupo de investigación MitoPhenomics Lab, del Centro Singular de Investigación en Medicina Molecular y Enfermedades Crónicas (CiMUS) de la Universidad de Santiago de Compostela (USC), liderado por la experta Aurora Gómez.

Otros trabajos previos en ratones con un aumento artificial de mutaciones en su ADN mitocondrial (ADNmt) mostraron signos de envejecimiento acelerado. Sin embargo, las mutaciones crípticas han pasado desapercibidas, hasta que este estudio ha revelado que, en realidad, son las más comunes en los tejidos envejecidos que ya no se dividen.

«Estas alteraciones logran esquivar los mecanismos naturales de defensa del organismo, acumulándose lentamente hasta alcanzar niveles elevados en la mediana edad o en las últimas etapas de la vida», ha explicado Aurora Gómez. La investigadora ha detallado que estas mutaciones están «estrechamente relacionadas» con varias características del envejecimiento, como el mal plegamiento de proteínas y el estrés celular en el retículo endoplásmico, «un órgano celular» clave en el interior de las células.

Restricción calórica

El estudio también revela que la restricción calórica puede ralentizar la acumulación de estas mutaciones ocultas.

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