Tengo que admitir que cuando me pidieron que calculara el volumen total de SARS-CoV-2 que hay en el mundo para el programa More or Less, de BBC Radio 4, no tenía ni idea de cuál iba a ser la respuesta. Mi mujer me adelantó que sería el equivalente a una piscina olímpica. «Eso, o una cucharadita de té», me dijo. «En este tipo de preguntas, la respuesta suele ser una u otra».
De este modo, ¿por dónde empezar a calcular el volumen real del virus, siquiera una cifra orientativa? Afortunadamente tengo algo de experiencia en este tipo de estimaciones aproximadas a gran escala, pues he realizado un gran número de ellas en mi libro The Maths of Life and Death (Los números de la vida).
Sin embargo, antes de embarcarnos en este particular viaje numérico, debo dejar claro que se trata de una estimación basada en los presupuestos más probables; no tengo por tanto ningún problema en admitir que podría haber partes del cálculo que se podrían mejorar.
Entonces, ¿por dónde empezar? Lo que más nos interesaría, en primer lugar, sería calcular el número de partículas de SARS-CoV-2 que hay en el mundo. Y para hacerlo tenemos que saber cuántas personas hay contagiadas.