Nadie dijo que ser padres sea una tarea sencilla, pero dentro de las dificultades que conlleva, una nueva investigación científica lo sitúa en el top de las circunstancias que podrían mantener el cerebro en plena forma. Cansancio acumulado, arrugas, estrés, envejecimiento prematuro… todo lo que implica la paternidad puede tener consecuencias negativas pero también reforzar la capacidad del cerebro para no relajarse.
Un reciente estudio publicado en las Actas de la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos, ha puesto de manifiesto con datos fehacientes que el cerebro de los padres muestra patrones de ‘conectividad funcional’ fortalecidos en algunas regiones, en lugar de mostrar la disminución típica de la edad. Con cada hijo, al parecer, esas redes conectivas se ven reforzadas, y sus efectos son duraderos.
¿Qué es la ‘conectividad funcional’ que desarrollan los padres?
La conectividad funcional «es una medida que nos ayuda a comprender cómo se comunica el cerebro consigo mismo«, declara a Health Edwina R. Orchard, investigadora postdoctoral en el Centro de Estudios Infantiles de Yale y coautora del estudio. «Estos patrones cambian con el proceso de envejecimiento, pero en la paternidad, observamos el patrón opuesto, lo que sugiere muestras de función cerebral ‘más jóvenes’ en padres con más hijos».
Los hallazgos de la investigación son congruentes,