Los ácidos grasos en general, y los omega-3 en particular, son constituyentes fundamentales de todas las células, además de necesarios para su correcto funcionamiento. Se trata de una de las fuentes de energía principales del organismo que intervienen en la regulación de multitud de procesos biológicos. Estos ácidos se incorporan a través de la dieta, aunque también podemos aportar un extra a base de complementos alimenticios, porque nuestro cuerpo no es capaz de producirlos por sí mismo.
Dicho esto, los ácidos grasos omega-3 están presentes en pescados y mariscos como el salmón, la caballa o el atún, y son beneficiosos para la correcta salud cardiovascular, las funciones cerebrales y la vista. Con la ingesta habitual de estos productos debería ser suficiente para tener los depósitos de omega-3 llenos, aunque hay veces en que la suplementación se hace necesaria.
En este punto, en el de la suplementación, los expertos consultados coinciden en que no vale cualquier suplemento, ni tampoco optar por estas pastillas como sustitutivas de una dieta equilibrada y variada, en el contexto de un estilo de vida saludable.
Suplementos de omega-3: cada caso es diferente
La primera experta consultada, Mar Santamaria, responsable de Atención Farmacéutica de PromoFarma by DocMorris, comienza explicando que la respuesta correcta a si es necesario suplementar con omega-3 o no,